Formado como modista en Nueva York (Fashion Institute of Technology) y Florencia (Politécnico Internacional de la Moda). Licenciado en Lengua y Literatura por la Universidad de la misma ciudad italiana. Buen gusto, clase y elegancia en las barbas del modista que más novias desean…

Coincidiendo con el veinte aniversario de su taller de costura, hoy tenemos a Lorenzo Caprile en NSMB. Cercano, directo, simpático y derrochando encanto, visitamos el universo creativo del modista y hablamos de estilo, bodas, barbas y tesoros vintage. Y mucho, mucho más, ya que con Monsieur Caprile (Madrid, 1967) es imposible condensar todo lo que su conversación ofrece, infinitamente más rica y plagada de anécdotas que lo que se puede ceñir a unas breves líneas. 

Todo esto suena muy bien. Pero comenzaremos aclarando  que jamás podrá imaginar alguien que esté leyendo estas letras que el encuentro con un referente internacional de la costura como él pueda comenzar comprando la merienda. De hecho, ni yo me lo podría imaginar, lo confieso. Quedamos con Lorenzo una tarde de domingo, recién llegado de un madrugón, una mañana de trabajo intenso para un editorial de moda nupcial y una comida frugal de ensaladaynadamás. Compramos unas fresas, pera, almendras y nos sentamos a tomar algo en una céntrica terraza. Arranca la tarde.

Desde 1986 trabajó para varias firmas italianas actualmente extintas (mítica Lancetti….) y también en España, pero es a partir de la apertura de su propio taller en 1993 en el madrileño barrio de Salamanca cuando comienza a brillar. Perfección en el trabajo, líneas de estilo alejadas de toda moda pasajera, remate artesanal de las piezas y refinamiento en los detalles. Le encanta su trabajo y se nota: no se casa con ninguna tela para trabajar con ella, sino con todas, y con los colores le pasa igual (imposible de todo punto sonsacarle un referente de color o gama de ellos para según qué acto social o ceremonia…., y lo intentamos, vaya que si lo intentamos).

Veinte años de taller y diez con la barba, nuestro protagonista parece ser persona de números redondos, aunque dice que no le quedan más aniversarios que celebrar por el momento. De hecho, acerca del tema-barbas opina que no se trata de una moda pasajera, sino un referente de estilo a tener en cuenta que pasa algunas épocas más populares que otras, pero que se mantiene en el tiempo. Se terminan las almendras pero la tarde mantiene toda su luz; camarero, siesustedtanamable, otra ronda nos tomaremos, por favor. 

Su trabajo está especializado en trajes de ceremonia a medida, pero no exclusivamente: desde hace años también está muy vinculado a la faceta de figurinista, creando vestuario de teatro, para danza y ópera. De hecho, el chaleco con el que viste en el día de hoy -de la Compañía Nacional de Teatro Clásico- es fiel testigo de esta faceta. De mirada franca y trato sencillo, nos comenta también que el hombre Caprile tendrá que quedarse sentado porque no está, ni se le espera: nunca se sintió tentado a trabajar con colecciones masculinas; entrega total al vestidor femenino, pues. 

En su taller, el trabajo es intenso, reglado y en jornada cuasicontinua: aire artesanal y exclusivo, festival de ideas, bocetos, telas, muestras, colores. Vida de modista más que de diseñador, Caprile protagoniza una vuelta a la costura, a la creación de moda de taller: conoce y atiende personalmente a cada clienta, a la que siempre-siempre le aconseja en la misma línea: que sea fiel a su propio criterio, que confíe en ella misma………, y que haga suyo el modelo, que lo viva de manera propia. Coherencia en el vestir y conocimiento propio. Sentido de la proporción, la medida y el volumen. Todos ellos, conceptos irrenunciables y que caminan de la mano de su trabajo. 

Continuamos la charla y las risas cambiando de escenario: en los apenas quinientos metros que separan la plaza de la que partimos hasta otra terraza en una plaza mucho más verde y acogedora, es literalmente imposible caminar diez metros seguidos sin pararnos con alguien: saludos, besos, abrazos….., igualito que caminar con el alcalde del pueblo, pero en versión couturier. Adorado por los medios especializados en moda y sociedad, Lorenzo se mantiene firme y fiel a su trabajo. En referencia al tema –por todos conocido- de vestir a la familia real española en distintas épocas, muy protagonistas en alguna ocasión, reconoce que la repercusión mediática es enorme, pero que en el taller el trabajo continúa, siguiendo y persiguiendo el corte perfecto.

Durante el paseo, le preguntamos por su colección de vestuario y prendas de época (corsés de todos los estilos, miriñaques, guardainfantes….) que ha sido objeto de retrospectivas, exposiciones y reportajes. Le interesa su ordenación y mantenimiento, sin quitarle el sueño por ahora si su futuro pasa por un destino museístico u otro fin conocido o desconocido por el momento.

La terraza se nos anima: desde el comienzo de la tarde pasamos de dos a cinco personas, ya estamos en siete y subiendo. Se mezclan distintas conversaciones (presentaciones, publicidad, sitios de picoteo, restaurantes-club de acceso restringido….) y finalizamos así una tarde derrochando estilo. Estilo Caprile.

CAPRILE

Claudio Coello 20, 1º

    28001 Madrid

  Tfn: 91 435 05 00

www.lorenzocaprile.es

(*) Ángeles, Lorenzo, muchas gracias de verdad por compartir vuestro tiempo y simpatía conmigo, 

Alberto.