Comentábamos en anteriores ocasiones que la zona de La Vieja es de lo penúltimo (porque siempre habrá alguien reivindicando lo último…….) en estilo de este Bilbao actual. La oferta en la zona es variada, más centrada en el ocio cuanto más hacia la ría nos acerquemos. Y ya en la mismísima orilla, muy estructurada y ordenada arquitectónicamente, las mejoras en los edificios se suceden poco a poco. De varios negocios ya hemos hablado aquí, muy centrados en el tema de restauración (Perro Chico, Txinpum, Mina) y hoy nos quedamos en el28, la propuesta de ocio más completa de la zona,

Un local de excelente factura industrial y original distribución con tres plantas, tres alturas diferentes que disparan la vista a la Ribera y a la calle Martzana, la calle trasera al local y que discurre paralela a la ría. En breve estará funcionando todo el local, con la escalera despejada como eje conector entre plantas, pero de momento es en la planta baja donde se “hace vida”,

Como decimos, tres plantas de ocio, tres ambientes. ¿Terraza hay, oiga? a la Ribera claroestá. Y desde toda altura –importante- los grandes ventanales que forman parte del local. Ni se disimulan ni se ocultan: son protagonistas y se integran en el espacio, pensando en que visualmente las vistas voladas sobre la ría son un elemento decorativo más,

La idea de evolucionar el espacio cobra vida en la planta alta, donde se sitúa la cocina, abierta a la sala para más señas. El todo-uno se articula con luz exterior, tanto diurna como tamizada por las farolas y los árboles a la caída de la tarde. Prestando atención a sus generosas perspectivas, es tan atractivo el espacio por dentro como por fuera,

Articulamos la visita con la charla del responsable de todo esto, Ángel Robles, empresario vinculado a la gestión de negocios anteriores en la ciudad (hace algunos años ya tuvo en funcionamiento este mismo local), quien nos guía entre detalles-mil que dan forma al local, desde un manantial de agua, pasando por la barra pulida o las fotografías que visten las paredes, que son las grandes protagonistas del local,

Fotografías de gran formato y realizadas por el propio Ángel, apasionado fotógrafo que compaginó desde siempre esta labor con su faceta empresarial; fotografía en la que últimamente está volcado totalmente, muy apoyado e inspirado por su mujer Adriana Lindo, una expresión artística que realiza para sí mismo y colaboraciones puntuales con otros locales de la ciudad,

Su fotografía es eminentemente urbana y contemporánea, y sale a escena a través de LeClubStyle, el diario visual de Ángel y la ventana donde asomarse a sus dos fetiches, moda y fotografía, que caminan de la mano en cada disparo,

Ganador del Premio Planeta de Fotografía en Blanco y Negro (1997), le atrae el estilo particular y único de las personas. Ángel captura gestos. Instantáneas personales de lo que más le llama la atención. Visita cada tanto-poco las ciudades europeas que son motor de tendencias: Milán y París con asiduidad. Fotografía el pulso estético de la calle, lo verdaderamente singular, con carácter. Los protagonistas de su propio desfile son it-girls, público asistente a las semanas de la moda, señores normcore (normales), rockeros, el último dandy. Tribus urbanas o náufragos en su propia isla de estilo que visten como ellos mismos son, de manera única y con un carácter definido y concreto,

Todos ellos conforman una colección particular donde Ángel reivindica de manera espontánea un estudio visual y estético acerca de estereotipos, diversidades, libertad de elección y códigos sociales de vestimenta, incidiendo mucho en la diferenciación y el carácter particular de cada uno. Y siempre absolutamente entregado a la belleza y el sentido de lo cotidiano: lo improbable y lo convencional, lo underground y lo comercial, lo históricamente clásico y lo visionario,

Blanco y negro y también color en su fotografía. A la vez, ambiente envolvente y luz ténue graduable en su local, confortable banda sonora y programación de conciertos y dj’s a partir del jueves, cuando la semana empieza a calentarse. Y la fotografía como hilo conductor de todo,

No se me ocurre mejor manera de acercarse a este universo personal que admirar la nota fotográfica que acompaña estas letras, tomar algo en el28 y luego darse un paseo de estilo por LeClubStyle. Merece (mucho) la pena este recorrido,